Dra. Beltrán en consulta psicológica. |
La adicción es catalogada como una
afección física y emocional, en donde las personas generan una dependencia a
múltiples acciones generando un estado de placer y bienestar; este tipo de
afecciones tiene varios tratamientos desde diferentes posturas y enfoques,
en donde el objetivo siempre ha sido y será encontrar la causa y la razón de
este tipo de comportamientos obsesivos en la personas.
Pero para muchas de
estas personas este tipo de comportamiento no es catalogado
aún como negativo a pesar de sus consecuencias, porque por medio de esta acción
consigue mitigar por un corto lapso de tiempo su “necesidad”, la cual en
su mundo consciente no logra satisfacer plenamente.
Por ende hay que entender primero desde un
área física qué es lo que hacen las sustancias psicoactivas en el
cuerpo humano para llegar a generar una dependencia.
Los cambios bioquímicos que ocurren
en el cerebro de la persona que genera una adicción son los responsables
de la compulsión observada en los episodios de uso
descontrolado, así como de las muchas perturbaciones
cognitivas propias de la adicción.
Últimas investigaciones implican a
diversos neurotransmisores, así como a vías o sistemas cerebrales,
tales como el sistema de recompensa mesolímbico, como factores claves en el
desarrollo de la sintomatología adictiva.
Los neurotransmisores son sustancias
químicas naturales que existen dentro del cerebro y que son responsables de
las funciones cerebrales, como por ejemplo: la motivación,
las emociones y los instintos. Estas sustancias naturales son
las que actúan en el estado de ánimo provocando euforia o
desgano, de acuerdo a una sucesión compleja de estímulos, condicionamientos y
aprendizajes, cuyo objetivo es el de responder constructivamente a los
estímulos del medio ambiente.
Las sustancias psicoactivas externas o
drogas, así como los estados de excitación extrema provenientes de
conductas de estimulación, afectan estos neurotransmisores de manera
que el cerebro los produce en exceso o los inhibe exageradamente. Estos
cambios, unidos a la predisposición a la adicción producen una
respuesta negativa, que es el reflejo de un desbalance bioquímico persistente.
Los neurotransmisores más importantes
involucrados en la respuesta adictiva son:
La Dopamina es predominante en las áreas del sistema
de recompensa mesolímbico el cual media las repuestas de euforia y estimulación
en el cerebro.
Las Endorfinas se producen en las áreas mesolímbica y
mesocorticales y median las respuestas a los estímulos dolorosos, la
regulación de la temperatura y la ingestión de agua y alimentos.
El Ácido Gamma Amino Butírico (GABA) se encuentra en la amígdala,
el bulbo olfatorio, el telencéfalo ventral y el globo pálido también se ha
implicado en la respuesta adictiva
En realidad se asume que todos los
neurotransmisores tienen un papel en la manifestación de la adicción. Aún se
investiga para determinar la naturaleza de ese papel y la forma en que las vías
y los químicos cerebrales interactúan para producir el desorden
adictivo. Por ende cuando se hacen procesos de intervención en adicciones, no
sólo se trata de encontrar las causas, si no de generar procesos de
desintoxicación de ciertas toxinas y de secuelas de las sustancias que inhiben
o exacerban estos procesos químicos en el cerebro.
Así mismo, se hace el tratamiento
complementario de manejo de emociones asociado a las causales y debilidades de
la personalidad del adicto, ya teniendo más claro que las adicciones a
sustancias psicoactivas manipulan el manejo emocional del ser humano.
Por ende se debe tener en cuenta que
es necesario algún tipo de “tratamiento” que ayude a la persona a encontrar su
bienestar físico y psicoemocional.
No dude en llamarnos y agendar su cita, no
de espera a su “bienestar mental”
Centro Psicológico Ciclos. 320 219 3883 Bogotá-Colombia
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