martes, 10 de junio de 2014

Ser papá, ¿Existe un manual?

Pautas de crianza y estímulos
Desde la historia de José hemos visto como el rol del padre ha acompañado en la crianza de los hijos a las mujeres, en posiciones dominantes, de figuras de autoridad y de la persona que provee el sustento económico y alimenticio del hogar.

Pero a través de la historia ese rol ha tomado cambios importantes a nivel social y cultural en donde se han unificado tres funciones que independientemente de donde se desarrollen, se involucra alguna de ellas. Estas son la función biológica, de autoridad de afecto y protección, en donde se ve el rol del progenitor, el rol del padre y por último el de papá.

Este último es el que unifica todas las funciones, donde cumple un papel importante dentro de la crianza de sus hijos y que se ve involucrado desde el momento de su gestación. 

Es por ende, que ser padres no es solo un fenómeno biológico, sino que también abarca todo un universo de emociones y cuando llega la gran noticia, es donde se inicia un proceso que durará toda la vida, el aprender a  "ser padres" y el cual, lastimosamente, no tiene manual, es donde el padre unifica sus propias pautas de crianza, con las de su esposa y las que ambos desean vincular dentro del proceso.

Por consiguiente, la crianza de un hijo debe tener buenas bases y unas adecuadas pautas y esto se consigue siendo unos padres democráticos, ya que es donde conseguimos una balanza nivelada tanto en autoridad como en afecto y protección, ya que en ocasiones encontramos padres autoritarios (solo normas), padres permisivos (solo afecto) y padres indiferentes (ni normas, ni afecto). 

El padre no solo es quien administra justicia y normas, es quien indica el mejor camino a seguir, ama a su hijo por quién es y respeta su personalidad, es feliz viéndolo crecer con libertades y quien entiende que educar quiere decir dar a los hijos un mapa de conductas, enseñándoles la vida y algunas reglas de juego para que sean ellos los que tomen sus mejores decisiones y dar espacio a su creatividad y hacerles desarrollar una conciencia crítica y autónoma y no dejarlos en un limbo por la vida sin las herramientas posibles para enfrentar su propio destino.

Por eso menciono algunas prácticas que favorecen un adecuado estilo de crianza y hago hincapié en los papás que no están tan involucrados en el crecimiento de sus hijos. 

Elogie a su hijo cuando se lo merezca, es un buen refuerzo esto hará que su comportamiento positivo se repita.

- Sea amable y cariñoso con sus hijos pero a su vez enséñele que el amor no significa dejarlo hacer todo lo que ellos quieren.

- Debe ser un buen ejemplo de lo que les enseña, recuerde que sus hijos imitan y aprenden principalmente de lo que observan.

- Sea constante y consistente en sus normas, no sea estricto en unas y en otras no.

Dedique tiempo a los buenos momentos de diversión, tratar de hacer actividades que disfruten ambos.

- En ocasiones dedíquese a escuchar más y hablar menos, se sorprenderá de lo que podrá conocer de sus hijos.

- Estimule a su hijo a enfrentar obstáculos acorde a su edad y  menciónele "yo sé que puedes hacerlo".

Artículo publicado en la Revista Easyfly, edición de junio de 2014. Consúltela en www.revistaeasyfly.com



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