Pautas de crianza y estímulos |
Desde la historia de José hemos visto
como el rol del padre ha acompañado en la crianza de los hijos a las mujeres,
en posiciones dominantes, de figuras de autoridad y de la persona que provee el
sustento económico y alimenticio del hogar.
Pero
a través de la historia ese rol ha tomado cambios importantes a nivel social y
cultural en donde se han unificado tres funciones que independientemente de
donde se desarrollen, se involucra alguna de ellas. Estas son la función biológica,
de autoridad de afecto y protección, en donde se ve el rol del progenitor, el
rol del padre y por último el de papá.
Este
último es el que unifica todas las funciones, donde cumple un papel importante
dentro de la crianza de sus hijos y que se ve involucrado desde el momento de
su gestación.
Es
por ende, que ser padres no es solo un fenómeno biológico, sino que también
abarca todo un universo de emociones y cuando llega la gran noticia, es donde
se inicia un proceso que durará toda la vida, el aprender a "ser padres" y el cual,
lastimosamente, no tiene manual, es donde el padre unifica sus propias pautas de crianza, con las de su esposa
y las que ambos desean vincular dentro del proceso.
Por
consiguiente, la crianza de un hijo debe tener buenas bases y unas adecuadas
pautas y esto se consigue siendo unos padres democráticos, ya que es donde
conseguimos una balanza nivelada tanto en autoridad como en afecto y
protección, ya que en ocasiones encontramos padres autoritarios (solo normas),
padres permisivos (solo afecto) y padres indiferentes (ni normas, ni
afecto).
El
padre no solo es quien administra justicia y normas, es quien indica el mejor
camino a seguir, ama a su hijo por quién es y respeta su personalidad, es feliz
viéndolo crecer con libertades y quien entiende que educar quiere decir dar a
los hijos un mapa de conductas, enseñándoles la vida y algunas reglas de juego
para que sean ellos los que tomen sus mejores decisiones y dar espacio a su
creatividad y hacerles desarrollar una conciencia crítica y autónoma y no
dejarlos en un limbo por la vida sin las herramientas posibles para enfrentar
su propio destino.
Por
eso menciono algunas prácticas que favorecen un adecuado estilo de
crianza y hago hincapié en los papás que no están tan involucrados en el
crecimiento de sus hijos.
- Elogie
a su hijo cuando se lo merezca, es un buen refuerzo esto hará que su
comportamiento positivo se repita.
- Sea
amable y cariñoso con sus hijos pero a su vez enséñele que el amor no significa
dejarlo hacer todo lo que ellos quieren.
- Debe
ser un buen ejemplo de lo que les enseña, recuerde que sus hijos imitan y
aprenden principalmente de lo que observan.
- Sea
constante y consistente en sus normas, no sea estricto en unas y en otras no.
- Dedique
tiempo a los buenos momentos de diversión, tratar de hacer actividades que
disfruten ambos.
- En
ocasiones dedíquese a escuchar más y hablar menos, se sorprenderá de lo que podrá
conocer de sus hijos.
- Estimule
a su hijo a enfrentar obstáculos acorde a su edad y menciónele "yo sé que puedes
hacerlo".
Artículo publicado en la Revista Easyfly, edición de junio de 2014. Consúltela en www.revistaeasyfly.com
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